El lenguaje es la capacidad de expresión que diferencia al ser humano de los animales. Comprende un sistema de signos orales y escritos (lingüísticos), señales y gestos (no lingüísticos) que relacionan al hombre con el ambiente social que lo rodea.
¿Qué se sabe del lenguaje agresivo pasivo asertivo?
Por medio de este, cada persona logra expresar sus emociones, opiniones e intereses como una necesidad de hacerse sentir y darse a entender.
Lo anterior es el objetivo principal de la comunicación y esto le ayudará en su crecimiento personal, permitiéndole desarrollar la forma de comunicarse ante los demás. En otras palabras hablar y dejar hablar, escuchar y dejarse escuchar, pero siempre en términos de efectividad.
Lo ideal en un proceso de comunicación es que los emisores y receptores siempre hagan llegar el mensaje lo más claro posible para que no haya una mala interpretación.
Tipos de comunicación
Hay tres estilos de comunicación que facilitan las relaciones interpersonales:
La asertiva
Cuando la persona defiende sus derechos y disiente a la vez respetando y entendiendo los puntos de vista de su interlocutor. Sabe oír no emite juicios con antelación y sus expresiones y gestos son amigables.
La agresiva
Donde el individuo trata de imponer un solo criterio. No importa la razón, ni lo que la otra persona opine. Su lenguaje tanto verbal como gestual es intimidante, sarcástico, amenazante, con acusaciones y sermones.
La pasiva
Se evitan las confrontaciones, no hace respetar sus ideas, es conforme, las decisiones, los deseos y pareceres de los demás son más importantes que los suyos. No le gusta llamar la atención ni se involucra en temas que le lleven a discusiones.
La asertividad es una habilidad comunicativa y social, un punto medio entre el proceder comedido de las personas retraídas e inseguras o violento de las agresivas y aprovechadas.
Implica hacer valer las visiones personales de manera firme, honesta, sin caer en la indiferencia o irritación, respetando las creencias, los pensamientos del resto y de uno mismo.
Un sujeto es asertivo cuando mantiene una conducta equilibrada y educada, sabe delegar y enfrentar responsabilidades, admite errores y ofrece disculpas si se equivoca.
Reconoce y felicita a su discípulo. Su mirada es atenta, siempre mira a los ojos, el tono de voz es agradable y sus movimientos corporales son serenos.
Cuando interactuamos ya sea en el trabajo, con clientes, amigos o en casa, ocasionalmente tendemos a asumir actitudes pasivas o agresivas como mecanismo de defensa y a expresarnos inapropiadamente.
Esto se considera una falta de confianza en sí mismo y de respeto hacia el otro. Lo correcto es comunicar adecuadamente los pensamientos, sentimientos y ambiciones sin afectar al prójimo.
¿Cómo se reconocen las personas con conducta pasiva o conducta agresiva?
En el primer caso las personas no asumen responsabilidades ni toman decisiones, además permiten que los dirijan, buscan agradar y necesitan ser valorados.
Suelen tener movimientos corporales de nerviosismo e intranquilidad, bajan la mirada y su voz es vacilante, temblorosa. Este comportamiento lo pueden corregir con el paso del tiempo y aprendiendo a aceptarse, reconociendo sus errores y mejorando sus interrelaciones.
Es importante que sepa decir ‘no’ ante condiciones que no conduzcan al buen entendimiento. Ser pasivo le genera estrés porque está a merced de las pretensiones ajenas que lo mantienen a la expectativa con lo que pueda pasar.
En el segundo caso y quien actúa con una conducta agresiva no manifiesta aprecio hacia los otros, es prepotente y orgulloso, exagera para demostrar superioridad y disfruta dejando en ridículo a su interlocutor, actitud que le trae consecuencias futuras bien sea por recibir el mismo trato o ser ignorado.
Los gestos y posturas son amenazantes, la mirada es provocadora, tiende a alzar el volumen de la voz. El estrés aparece por ser muy combativo y discutir con cualquier pretexto. En todo momento se muestra a la defensiva, no escucha ni razona.
¿Cómo ser asertivo?
- Comunicando abiertamente cómo te sientes.
- Respetando el tiempo del otro.
- No dejándote imponer órdenes que vayan en contra de tus principios.
- Evitando la manipulación.
- No aceptando que te amenacen u ofendan.
- No temer expresar lo que se siente y piensa.
- No hacer alardes de sí mismo.
- Escuchando consejos u opiniones y aceptando los que convienen, rechazando delicadamente aquellos con los que no te sientes cómodo.
La mejor comunicación se logra siendo asertivo
No mostrarse ante el mundo sumiso y mucho menos grosero. El lenguaje corporal va más allá del mensaje verbal que se desea pronunciar, ya que con una simple mueca, gesto o movimiento, conseguimos mostrar aprecio, gusto o desagrado.
Es imprescindible considerar las necesidades propias y extrañas, formular pensamientos, revelar sentimientos y ser noble sin agredir ni ofender.
Siendo asertivo nos aseguramos buenas relaciones y el éxito en las actividades diarias de nuestra vida, logrando un triunfo seguro en cualquier área profesional. En todo ser humano que requiere comunicarse y hacerse entender en un ambiente tan globalizado como el actual, la asertividad es primordial.
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