Aunque la educación a distancia no se trata de algo nuevo, lo cierto es que debido a las circunstancias actuales a nivel global, hoy en día se encuentra consolidándose este tipo de educación.
Por lo que se puede decir que las clases virtuales se presentan como espacios de aprendizaje perfectos para garantizar la educación incluso al no poder asistir a clases presenciales.
¿En qué consisten las clases virtuales?
Cuando hablamos de una clase virtual hacemos referencia a un espacio de aprendizaje online cuyo propósito consiste en recrear la enseñanza que se ofrece de manera presencial, sin que los estudiantes tengan la necesidad de acudir a un mismo lugar para poder ampliar sus conocimientos.
Asimismo, se trata de conservar un nivel de interacción parecido al que existiría en una clase presencial, aunque puedan existir algunas diferencias.
Preparación previa necesaria para las clases virtuales
Ahora bien, es apropiado señalar que al hablar de clases virtuales no solo estamos enfocándonos en un modelo de enseñanza y aprendizaje que únicamente implica la conexión de los alumnos dentro de una plataforma, ya que para que pueda funcionar resulta igualmente preciso que los estudiantes lleven a cabo lecturas previas antes de cada sesión, además, tienen que disponer de los requerimientos mínimos necesarios para poder conectarse a dicha esta modalidad.
1. Contenido previo a cada clase
Todas las sesiones de aprendizaje virtual están destinadas a explicar un tema determinado de acuerdo al área de conocimiento correspondiente a dicha clase.
Sin embargo, dentro del plan de contenidos, los maestros deben facilitarles a los estudiantes los materiales para cada sesión, incluyendo por ejemplo, libros, videos, guías, textos online, etc.
2. Requerimientos mínimos del sistema
Son requerimientos asociados con las funcionalidades de los dispositivos que se utilicen para acceder a la clase, independientemente si se trata de un ordenador, Smartphone o Tablet.
En cualquier caso, lo que se busca es que el dispositivo pueda ofrecer a los estudiantes, al igual que a los profesores, una conexión estable a internet, que disponga de un sistema operativo actualizado, que tenga Apps destinadas a la lectura de documentos, y que también cuenten con acceso a la plataforma seleccionada para las clases virtuales.
Recomendaciones para crear una clase virtual
La idea tras una clase virtual consiste, como ya hemos mencionado, en elaborar espacios parecidos a los que existen en las clases tradicionales, pero sin la presencia física de los alumnos.
Esto es posible gracias al uso de la tecnología moderna, no obstante, para que las clases puedan funcionar, resulta preciso que los profesores tomen ciertas acciones que les permitan crear una apropiada clase virtual.
En este sentido, si eres un maestro, algunas cosas que debes tomar en cuenta son:
Escoge el programa ideal para impartir la clase
Podría tratarse de una página de videoconferencias o de alguna red social. En el primer caso, tendrás la oportunidad de tener un mayor control sobre la sesión, lo que significa que podrás presentar recursos, permitir que los estudiantes tengan una participación activa, y mejorar la calidad de la clase.
Habilitar los equipos
Debes asegurarte de habilitar de manera apropiada el espacio donde llevarás a cabo la clase, para esto debes cerciorarte que tu ordenador, cámara web y micrófono funcionen correctamente. Debes evitar terminar perdiendo tiempo valioso de clase al tener que reparar cualquier posible fallo técnico.
Establece la duración de la clase
En caso de ser un vídeo, lo mejor es que intentes que su duración sea menor a 10 minutos; mientras que al tratarse de una presentación, lo ideal será que tenga una duración de menos de 60 minutos, debido a que de lo contrario existe un mayor riesgo de que los estudiantes terminen aburriéndose y perdiendo el interés.
Resulta esencial que tengas presente que al encontrarse en sus hogares, los estudiantes se encuentran rodeados de más elementos que podrían distraerlos, de modo que conviene que los recursos y explicaciones que les ofrezcas resulten atractivos, de manera que logres captar realmente su atención.
Segmenta los temas
Antes de cada clase, asegúrate de establecer cuál será el contenido que enseñarás a los estudiantes y siempre evita improvisar, y al momento de hacerlo, no olvides tener en cuenta que no deberías superar el tiempo que destinarías para una clase presencial. Así, cada sesión tiene que contar tanto con un objetivo específico como con una meta por cumplir.
Graba las sesiones
En aquellos casos donde puede llegar a ser complicado determinar un horario en que la totalidad de los estudiantes tengan la posibilidad de participar en la clase virtual, podría ser apropiado que tengas en cuenta la opción de grabarte explicando los temas, para después compartir los vídeos con cada estudiante.
Esa es una de las mayores ventajas que ofrecen las clases virtuales, debido a que al contar con las grabaciones darás a tus estudiantes la oportunidad de reforzar la información en caso de necesitarla a la hora de realizar sus tareas.
Sigue evaluando a los estudiantes
Resulta esencial que te asegures de solicitar actividades, portafolios de evidencias, y que elabores cuestionarios que te permitan seguir evaluando los avances y el aprendizaje de cada uno de tus estudiantes, eso sí, ten en cuenta que esto supone un proceso de gran importancia, ya que esas evidencias que logres conseguir terminarán siendo indispensables para poder validar si tus estudiantes en realidad se encuentran aprendiendo.
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